Datos personales

Helicón... Taller de exploración de la palabra. Surgió en el Taller de Arte de Diag. 73 Nro 2065 como un espacio de lectura y escritura grupal. Se transformó en otro espacio de intercambio de alegría, escritura, lectura y anécdotas de 7 mujeres con ánimo de "decir". Y para decir al mundo, nace este lugar que da vida y se nutre de comentarios y textos del Taller con el afuera. Integrantes: Victoria Guzner Delia Urretaviscaya Patricia Cuscuela Patricia Crescenzo Mariana Quintana Lorena Rodríguez, Alicia Canutti, Mabel Nuñez y una especie de guía, quien escribe esta presentación: Analía Rodríguez Borrego. Bienvenidos!!

Seguidores

sábado, 14 de julio de 2012

Clotilda, de Mariana Quintana


Corría el año 1775 y en el Sindicato de escobas las cosas se empezaban a complicar. Trabajaba ahí desde que descubrí que me encantaba arreglar varitas, pociones mal hechas y sobre todo las escobas en las que andaban mis compañeras del Sindicato.

Contradictoria, como siempre me sentía en este mundo, no me interesaba hacer salidas nocturnas por la luna, el tema de las pociones lograba enfadarme porque no entendía cómo las brujas podían hacer las pociones mal… la pucha, ¡si eran brujas! Pero las perdonaba porque en esa época era bastante peligroso ser bruja, sino fíjense lo que les pasó a mis amigas de Salem…

Si bien hacía varios años que sufríamos persecuciones, llegar a 1775 provocaba grandes cambios. En nuestro entorno se escuchaban rumores que una revolución se acercaba y que James Watt era uno de los grandes protagonistas.

Recuerdo que ese día fue de mucho trabajo, la incertidumbre hacía que las brujas se chocaran en el aire, rompan escobas y varitas, porque no soportaban saber que otra persona fuera más inteligente e innovadora con sus creaciones.

Ese día, Filomena vino gritando como una loca porque se había enterado que dentro de todo lo que provocó esa revolución, existía la posibilidad de poner nuestras escobas la máquina a vapor.

La miré raro porque nosotras podíamos volar sin necesitar de un aparato que nos ayude a hacerlo. Pero ella insistía que la rapidez que provocaba la máquina a vapor, iba a lograr que llegara antes que los tucanes al árbol y trabajar con ellos sin que logren escapar.

Y lo hice, el Sindicato de escobas convocó una reunión para determinar los costos. Las instancias de diálogo fueron largas, ya que como les vengo diciendo, a las brujas nos cuestan los cambios y esto de ponerle una especie de motor a nuestras escobas provocaba nervios y risas a montones.

Al principio se descomponían rápido y las arreglaba. Me llevaba un poquito más de tiempo hacerlo pero las brujas iban tan rápido en sus nuevas escobas que empezaron a tener paciencia y con la paciencia vinieron más cambios y con los cambios, el paso del tiempo…

Solo les puedo contar que Filomena fue la más favorecida y no por llegar con su escalera más rápido a la copa de los árboles sino que además, en el Sindicato, empezamos a vislumbrar sus cabellos más lacios aunque ella insistía en que faltaban 7 tucanes más… ¿Para qué? Preguntamos todas, pero eso ya es otra historia…

                                                                                                                         Mariana