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Helicón... Taller de exploración de la palabra. Surgió en el Taller de Arte de Diag. 73 Nro 2065 como un espacio de lectura y escritura grupal. Se transformó en otro espacio de intercambio de alegría, escritura, lectura y anécdotas de 7 mujeres con ánimo de "decir". Y para decir al mundo, nace este lugar que da vida y se nutre de comentarios y textos del Taller con el afuera. Integrantes: Victoria Guzner Delia Urretaviscaya Patricia Cuscuela Patricia Crescenzo Mariana Quintana Lorena Rodríguez, Alicia Canutti, Mabel Nuñez y una especie de guía, quien escribe esta presentación: Analía Rodríguez Borrego. Bienvenidos!!

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viernes, 25 de octubre de 2013

CADA DOS DIVORCIOS, UN MATRIMONIO



Según  la Dirección de Estadísticas y Censos de esta Ciudad, en el último    año, la cantidad de divorcios duplica a la de matrimonios celebrados.                      Ante esta noticia, hemos realizado entrevistas destinadas a conocer los causales, y obtener conclusiones sobre esta situación y la confiabilidad de dichas proporciones:
Las parejas recién constituidas, expresaron que el amor que se profesaban los mantendría unidos de por vida, y les permitiría sortear cualquier inconveniente. Siendo desestimable el porcentual dubitativo.
Entre los que llevaban entre 3 a 5 años de casados, la mitad dijeron que aquello que esperaban sería eterno, ahora lo intuían como transitorio y los que creyeron en un amor de cuentos, era solo eso, un cuento. Varios dejaron caer entre sus manos la frente cansada
Mario quiso relatarnos lo que le ocurría -Nora es buenísima, jamás una queja, un reproche, una palabra fuerte, pero tengo que trabajar 14 horas, y extras en los feriados para mantener la casa, una señora para la limpieza y los delívery para todas las comidas. Cuida bien a los 4 nenes que tenemos, el más chico de 8 meses y el mayor de 4 años, pero cuando llego cansado tengo que ayudarla a atraparlos para bañarlos, darles la cena,  porque no sabe ponerles límites y todo es un descontrol. No puedo ver ni 10 minutos la TV ¡No aguanto más esta vida!, pero decime ¿Cómo hago para dejarla? ¿Qué sería de mis hijos con esa madre cariñosa, pero más inútil que bocina de avión?.  Si uno se enferma, o lastima tengo que acudir corriendo, porque a ella nunca se le ocurre que hacer.  Y ya está en camino el quinto, Nora siempre quiso seguir buscando la nena-.
Era notorio que Mario buscaba un consejo que le aporte un escape a su camino sin salida. Lo excluimos de la encuesta de divorcios, lo tendremos en cuenta si elaboramos una sobre posibles futuros suicidas.
Los que Tenían entre 5 a 15 años de unión, se mostraron más predispuestos a
platicar, como una necesidad imperiosa de expresarse. Solo un 20 % dijeron sentirse bien con su cónyuge. Los restantes manifestaron que estaban juntos por costumbre, o por una obligación social o familiar, pero que la rutina invadió sus vidas, aunque a esto lo superaban las traiciones, despechos y engaños. Confesaron que ante los demás, inventaban sonrisas y frases amables, pero en la intimidad, todo era reproches y gruñidos, ya que no encontraban razones que justificaran al otro, ni perdón para las culpas.  Calificaron a sus parejas como inmaduros, carentes de valores, egoístas, egocéntricos. Evidenciaron un gran resentimiento, lo que nos hace suponer que si bien llegaron a superar los 5 años (o bodas de madera), difícilmente lleguen a festejar los 15 años (o bodas de cristal, este material se rompe fácilmente).   
Cuando entrevistamos a individuos con más de 3 lustros de casados, (excepto un 10 % que optó por no dialogar), fueron algo contradictorios. Habían decidido ignorar a su pareja, no pensaban en el pasado ni acariciaban recuerdos. De los buenos momentos solo obtenían nostalgia, y de los peores el desamparo, que había convertido sus corazones en escombros. Notamos que, si bien se mostraban determinados a no pensar en el otro, no dejaban de rumiar rencores y ansias de desquite y represalia. 
A los cuatro grupos les recabamos su parecer sobre el divorcio. El primero,  parecía o no quería entender de qué hablábamos. El segundo lo aprobaba. El tercero y el cuarto bendecían a los legisladores que promulgaron esa ley. Como es el caso de Elena, que está esperando la sentencia que la libere de lo que llamó sus “cadenas”. Nos contó que inició el juicio contradictorio, ya que su marido se había negado para no afrontar los gastos, pese a tener excelentes ingresos. Era tacaño y egoísta, la última vez que la llevó al cine fue a ver “La violetera”, todo su tiempo lo perdía remendando y reparando lo que él se negaba a comprar. Hasta que se enteró que el dinero que le negaba a ella, lo dilapidaba en por lo menos cuatro amantes, y además nos confió que seguramente también en toneladas de Viagra.
Finalmente, los que participamos de estas encuestas, excepto en los que recién habían emitido sus votos de amor eterno, pudimos notar que flotaba en el ambiente un clima, que iba desde la desilusión, hasta la declaración de guerra, y por lo tanto, concluimos que son fiables las datos emitidos por la Dirección de Estadísticas y Censos.
Una de las periodistas que intervino en las encuestas, María, en las noches le costaba conciliar el sueño. Se identificaba con las alocuciones de algunas mujeres, volviendo a su memoria su ex consorte, al que estoicamente había soportado y, esa actitud suya tan nociva, la había llevado, en un minuto de arrebato, a hacer añicos en aquella dura cabeza, que terminó con 8 puntos de sutura, el preciado e imponente jarrón de porcelana de la bisabuela. Ese fue el final, no solo del jarrón, también de su relación. Era un tema que hubiera preferido dejar en el olvido, pero su jefe le había encomendado el trabajo que le llevó días y por fin había concluido. Pensando en esto, se entregó distendida al abrazo de Morfeo.
                                                                                                    
ENTREVISTA A UNA PAREJA CON MÁS DE TRES LUSTROS DE CASADOS: OMAR Y ESTHER.  

María llegó descansada a las oficinas del periódico en que trabajaba, ese día entregaron finalizada la tarea que la había tenido insomne, el tema divorcio que trataron le había afectado al recordarle el suyo.
El informe presentado satisfizo al jefe, al punto que decidió ampliarlo con una  plática con una pareja, que seleccionó entre los entrevistados. Llamó a María entregándole un listado de preguntas que él mismo había preparado. Ella lo aceptó renuente, otra vez tendría que lidiar con su mente caprichosa, empeñada en endilgarle un pasado ingrato.
-Señor, ¿quiere que haga estas preguntas textuales?
-Por supuesto, me costó tiempo y esfuerzo formularlas.
-Es que va a depender de las respuestas que obtenga, es una pareja desavenida, voy a necesitar improvisar sobre la marcha.
-Señorita, hace un mes que trabaja con nosotros y, aunque estamos conformes con su rendimiento, tiene que acatar mis órdenes tal cual se las doy.
María se retiró rumbo a la casa de Omar y Esther, pensando en vos alta –tenía que ser hombre, no tiene experiencia de campo y cree saberlo todo, me puso de mal humor, mejor me calmo, me espera un laburo difícil, por ese idiota…
Ya en la casa del matrimonio, fue recibida amablemente por Esther, quien preparó café y llamó a su marido.
Se sentaron a la mesa del comedor y comenzó el interrogatorio:
-¿Qué puede rescatarse de positivo tantos años juntos?
-Si nos hubiéramos separado hace mucho tiempo tal vez recordaría algo positivo, pero haber tenido que aguantarla 34 años no me deja pensar en eso.
-¿Aguantarme? sin mi te morirías de hambre y andarías roñoso porque no sabes hacer nada, tu vieja no te enseñó ni a hacer un huevo frito, ni a lavarte los calzoncillos.
María apuró la segunda pregunta:
-Esther, ¿de qué manera tu corazón se convirtió en escombros?
-Cuando volvimos de la luna de miel, me llevó a vivir con mi suegra, yo sí tuve que tener aguante para soportarla, en esos tiempos ya mi corazón se empezó a romper.
-Ya te estás metiendo con mi vieja, como siempre!
-¡Calláte!, ¡la pregunta es para mí! -Como te decía, después, cuando por fin nos fuimos a nuestra casa, él no estaba en todo el día, con la escusa de que tenía que trabajar mucho para pagar la hipoteca. Cree que soy estúpida, que no veía ni veo como mira a su secretaria, pero si cree que me importa, está muy equivocado, y cuando vi la caja de bombones, que le compró para el día de la secretaria y les puse pimienta, fue solo porque me equivoqué de envase, mi idea era darles un toque de canela. ¡No imaginás el escándalo que hiso cuando volvió de la oficina!
-No soy tarado, lo hiciste a propósito para hacerme quedar como el cu... este…
para avergonzarme, y lo peor fue que Nora invitó a todos los compañeros.
-¿Puedo seguir respondiendo “mi” pregunta? -No sabés el infierno que son las
vacaciones, y cuando vuelve borracho, y lo que le molestan mis amigas, y ya no quiero recordar más. ¡Cómo no voy a tener el corazón hecho escombros!
El ambiente se estaba poniendo caldeado, pero la periodista, aunque turbada,  debía seguir:
-¿Se dejaron de querer? Y si me responden con un sí ¿Qué significa quererse?
-¿Cómo crees que se puede querer a alguien que te ignora y te engaña?
-Esther ¿cómo debo decirte que no tengo nada que ocultar con Norita?
-¡Ahora no es Nora! ¡Es Norita! Y la que no oculta nada es ella, con esas polleritas que parecen cinturones largos y esos escotes para mostrar los kilos de siliconas que se puso. 
-¿Querés que te diga que es querer? ¡Es no arruinarle la vida a un hombre casándose con él!
Habían comenzado a levantar la voz y María, bastante preocupada, continuó:
-Si se plantearon la idea de divorciarse, ¿para qué lo hacen? ¿El objetivo es material?, ya que me resulta que la idea de soledad está instalada en su pareja.
-Por supuesto que sí, es más, quisiera llamar ya a mi abogado y vivir el resto de mi vida tranquilo. Y el objetivo material es de ella, que estoy seguro va a querer quedarse con todo.
-En cuanto termine esta entrevista también voy a llamar a un abogado y a mi amiga Celia, la contadora, para que me ayude con los cálculos, ya que me acusa de materialista lo voy a ser. Son 34 x 12 igual a 408 meses de servirle a este señor, como empleada doméstica sin cobrar sueldo. Deben ser por lo menos 4.000 o 3.500 $ mensuales, o sea 4.000 x 408 es igual a (esta calculadora de porquería), es igual a… ¡más de un millón y medio de pesos, y lo que Celia agregue de intereses!
Con estas respuestas, María ya se había puesto nerviosa, esperaba que al abordar lo que seguía, se calmara la situación:
-¿Cómo se conocieron? ¿Tienen hijos? Si es un sí, ¿Qué significan para Uds.?
-Nos conocimos en la fiesta de casamiento de mi mejor amiga y si tengo hijos, dos nenes, Adriancito y Pablito. Significan todo, son mi vida, ahora que pienso en ellos, son lo único positivo de mi extinto matrimonio.
-Esther, tienen 31 y 33 años los “nenes”, y para no fastidiar a nuestras nueras como vos, para mí son Adrian y Pablo. Por fin estamos de acuerdo en algo, son lo único bueno que nos pasó.
La cronista tuvo unos minutos de sosiego, pero al leer lo que faltaba perdió nuevamente la calma, y las últimas preguntas salieron atropellándose.
-Omar, ¿te sentiste traicionado por tu mujer? ¿Cuál fue el momento en que dejaste de sentirla como tu pareja?
-Me sentí traicionado desde los primeros meses de casados, y en la medida en que la iba conociendo. Supo disimular muy bien durante los años de noviazgo,  era dulce, comprensiva, decía querer a mamá y después la llamaba bruja, solo porque quería enseñarle a ser una buena ama de casa como ella, cosa que nunca aprendió. Desde que nacieron los chicos sentí que dejamos de ser pareja. Eran y son lo único que le importa, además de sus amigas.
-Frente a lo que Omar te haya hecho ¿Qué represalia tomarías contra él?
-Si te lo digo y lo publicás, seguro que Omar lo usaría en mi contra en el juicio de divorcio.
-Dicen que la indiferencia mata al hombre, ¿Ustedes se murieron hace cuanto tiempo?
-Yo sigo viva, el que se va a morir es él cuando sepa la demanda que ya estoy planeando. Celita me va a conseguir el mejor abogado.
-Ya voy a preparar las valijas y me voy a casa de mamá, ¡no te soporto!
-¡Andate Omar! Y no vuelvas con el caballo cansado ¡aquí no entrás más!
-Perdoná por esta escena querida, pero vos preguntás y preguntás…
Omar se había retirado dando un portazo, seguramente a acomodar su ropa para abandonar su hogar, y María, sin saber que decir, se despidió de Esther, con un sentimiento de culpa que la tenía al borde de las lágrimas. Necesitaba meditar sobre lo ocurrido y decidió caminar las calles que la separaban de su casa, pensando que su entrevista había terminado por convencer a esa pareja de divorciarse. Fue repasando cada pregunta con sus respuestas, las comparó  con las que ella hubiera realizado, de no ser por la imposición intransigente de su jefe, y comprendió quien era el verdadero culpable. Sintió alivio y al mismo tiempo una gran indignación, y levantando los ojos al cielo exclamó: – ¡Querida bisabuela Sara! ¡¿Por qué no me dejaste dos jarrones de porcelana?!


                                                                                        MABEL (octubre 2013)

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